PERDER LOS PAPELES

Suelo perder bastante a menudo los papeles... mi exceso de sensibilidad y nerviosismo, a veces me juega malas pasadas. Es como una relación amor-odio. A veces logro controlar mis emociones, otras no. Es entonces cuando meto la pata...

El otro día MR. Deportes volvió a la redacción. Yo venía de la máquina, se acercaba la hora de la merienda y me disponía a realizar mi visita diaria a tan vil fábrica de guarrerías y otros productos engordantes. Como hay poco que elegir, me había pedido un bollo de chocolate, relleno de cacao líquido, gigante y crujiente... y volvía a mi sitio feliz como un regaliz, pegándole dentelladas.

De pronto, vi a lo lejos la atractiva figura de MR. Deportes que se acercaba a mi sitio... y mi corazón comenzó a galopar... mientras me imaginaba una preciosa escena: Él agitaba con sus fuertes manos su cabellera rizada, mientras me acariciaba la mejilla... yo a punto de alcanzar el éxtasis me sentaba sobre mi mesa. El teclado me molestaba en el trasero o culo, pompis, nalgas (como deseeis, jej), pero no me importaba, iba a ser suya allí en ese momento... El me miraba a los ojos, y me sonreía... yo le miraba a los suyos, oscuros, brillantes, profundos... y le sonreía también... y...(Einsssss!!! [Ruido de disco rayado....Grito estremecedor]...alarm!!)... El gesto de él se tornaba pálido y macilento... ¡y es que yo tenía los dientes llenos de chocolate!!...

Me paré en seco... ¡¡Dios, mis blancos dientes!!... me va a ver con los dientes llenos de chocolate!!. Un bofetón repentino me hizo volver a la realidad... No, no me podía ver así... "¡¡Mierda, mierda!!... malditos bollos industriales, con ese chocolate malo que se pegaaa... ¡¡necesito desaparecer...!!"

Una compañera se quitó hasta las gafas de cerca para verme mejor, cuando d e pronto me vió volar a la velocidad del rayo, escondiéndome tras las estanterías... reptando por las paredes, arrastrandome detras de las cajas... todo por irme antes de que me viera... Hubiera vendido mi alma al diablo por un cepillo de dientes... (mi neceser estaba en la mesa... no podía ir hacia él). "Ahhh... si me concentro lo mismo viene a mí"...
Desde las cajas... visualicé a mi neceser plateado... saliendo del cajón y volando hacia mis manos" (Si funciona, podría hacer lo mismo con otras cosas, carteras, oros...jeje). Pero no se movía nada...Logré evitarle... Mr. Deportes pasó junto a mi silla vacía, miró... y prosiguió su camino. ¡¡Estaba a salvo!!.

Cuando le vi lejos, salí de mi madriguera improvisada... y comencé a sentirme ridícula... ¿Por qué esta reacción tan absurda?? ¿acaso él cuando come chocolate no se le manchan los dientes? ¿Acaso existe alguien al que no se le manchen?...

Mientras volvía a mi sitio... comencé a autoanalizarme, y pensar en todas aquellas situaciones ridículas que habían pasado cuando me gustaba alguien... Y es que cuando me siento vulnerable, suelo perder los papeles...

Me vino a la memoria, un momento terrible que sufrí una vez que fui a misa con la gente de mi cole (mi cole era de marianistas y teníamos que ir en momentos puntuales...)...Era fin de curso, COU, y estabamos todos de punta en blanco... después de la misa nos íbamos a ir todos de fiesta... y era mi última oportunidad para estar con Felipe, un chico del que siempre había estado enamorada...
Ese día quería estar guapa...y me planté un vestidito negro precioso, y unos taconazos con plataforma.. algo excesivamente alto, para mi falta de coordinación ante una situación nerviosa.
Cuando fuimos a tomar la comunión, me acerqué al cura como pude... agarrándome a los bancos, el dolor de pies era insoportable... Tras unos segundos que para mí fueron horas, me acerqué al sacerdote, que me miraba de reojo... me observaba con el ceño fruncido... (si padre son las tontadas que se hacen a veces por amor)...Cuando llegué a él... me di cuenta de que era muy bajito, más que bajo, tenía los brazos cortos... muy cortos, y yo estaba lejos para llegar al trozo de pan redondo que me ofrecía... Los tacones no me dejaban avanzar un paso más y el silencio que se hizo en la iglesia ante el repentino parón... me empezó a poner nerviosa... De lejos, la mirada de Felipe...
Solo quería irme, desaparecer de allí y la mierda de zapatos no me dejaban moverme... llevada por una fuerza suprema intenté avanzar hacia delante, pero impulsé tanto mi cuerpo que en vez de dar un paso, pegué un salto... y caí de bruces sobre los brazos del sacerdote... (fue técnicamente como un abrazo del oso). Toda la iglesia se quedó boquiabierta... y yo... blanca...

Años después me acuerdo y me parto de risa... y más me río recordando como de camino a casa, uno de mis mejores amigos me llevaba a coscoletas (es decir a hombros), y yo con los zapatos en las manos...jejje!!.

Bueno, al final por si teneis curiosidad no pasó nada con ese chico, tenía novia... me enteré ese día... pero años después sí paso... solo que esa vez, fui yo la que pasé de él porque tenía novio..jeje).

Pues eso... anécdotas así tengo muchas, demasiadas... Y es que cuando me pongo nerviosa, pierdo los papeles... Eso sí, nadie se ríe más que yo después recordándolo...La próxima vez, cuando vea a MR. Deportes seré natural, y si tengo chocolate en los dientes sonreiré más si cabe... creo que ante estas situaciones una debe ser lo más natural posible...Aunque a decir verdad... ya no me gusta tanto... más bien, ya casi nada... Le he visto unos cuantos detalles que no sé yo... Pero es guapo (que injusta es la vida, a los wapos se le dan más oportunidades... como dice una amiga del curro... "Le ayudé porque era guapo" jaja... que cabronas somos a veces las personas).

UN BESAZOOOOO!!!!Muaaaks